MES 1 MES 2 MES 3 MES 4 MES 5 MES 6 MES 7 MES 8 MES 9 MES 10 MES 11 MES 12 Mes 18 al 24 – PUESTA DE LIMITES2 AÑOS – Control de Esfínteres Angustia de SeparaciónArte Infantil
Control de Esfínteres
Al hablar en el consultorio de este tema tan interesante y generador de preocupación en los padres, la primera pregunta que surge siempre es ¿Cuándo? y la segunda ¿Cómo?. En realidad lo más importante en el control de esfínteres es ¿Por qué?.
Tu hijo va a controlar esfínteres cuando esté preparado y lo va a hacer como corresponde independientemente de tu estímulo. Un estímulo desmedido y a destiempo tiene más probabilidades de generar trastornos que beneficios. (ver encopresis)
Una intervención a destiempo en el control de esfínteres es peor que ninguna intervención.
Tu hijo va a controlar esfínteres porque es la evolución natural de su desarrollo. Un día sostuvo la cabeza, luego se mantuvo sentado, luego aprendió a sentarse sólo, a gatear,más adelante se paró y finalmente aprendió a caminar sin ayuda. Todo esto lo hizo sin que vos se lo enseñaras. Lo ayudaste, asegurándote de que no se lastimara y creándole un medio ambiente seguro para que no tenga accidentes. Pero lo adquirió solo.
El control de esfínteres no se aprende, se adquiere naturalmente.
Ahora sí: ¿Cúando?
Para que tu hijo controle esfínteres tiene que haber cumplido con una serie de pautas madurativas musculares, emocionales y sociales que ocurren entre los 2 y los 3 años. Aunque la estimulación puede acelerar el proceso en algunos chicos, en otros puede alterarlo. No hay ningún apuro. Antiguamente se creía que cuanto antes los chicos aprendían cosas nuevas, mejor. Por eso se recomendaba estimulación temprana o estimulación precoz. Hoy se sabe que el mejor momento para adquirir pautas madurativas es “el momento adecuado”.
Los papás deberían preguntarse por qué están tan apurados para que sus hijos maduren.
Pasado el año y medio tu bebé vaa sentir que pasan cosas en la zona del pañal. Lo primero que nota es que está mojado y esto le molesta.
Luego de hacer pis o caca va a pedir un cambio de pañal. Pero aún está muy lejos de controlar. Primero tiene que ejercitar los esfínteres (músculos que intervienen en la contención y eliminación). Aesta edad disfruta mucho eliminando parte del chorro y cortando la eliminación, o asomando la materia fecal a través del ano y volviendo a retenerla. Es un juego normal, que nosotros no podemos ver, pero está ocurriendo y fortalece los músculos esfinterianos.
Desde el punto de vista emocional tu hijo siente que el pis y la caca forman parte de su cuerpo y no desea eliminarlos. Si no usara pañales, luego de hacer caca jugaría con ella. Para poder simbolizar estos juegos es muy bueno que juegues con tu hijo a ensuciarse, que se moje pasando líquidos de un recipiente a otro, que pinte con las manos, que juegue con masa, etc. Esta es una edad para ensuciarse. Una preocupación desmedida en la limpieza genera constipación. Para que internalice que el pis y la caca hay que eliminarlos, cada vez que le saques el pañal con pis, que lo tire a la basura y se despida: ¡chau pis!. Cuando el pañal tiene caca, que la tire al inodoro y se despida: ¡chau caca!
En esta etapa no es bueno asociar la caca con la suciedad. Todas las mamás repiten: ¡No toques eso nene, es caca! , cada vez que quieren alejar a su hijo de algo.
Si tu hijo no habla lo suficiente como para expresar sus deseos y necesidades difícilmente pueda comenzar a controlar esfínteres. Existen libros infantiles que tratan el tema del control. Leelos con tu hijo para que sepa que lo que le está pasando es normal y te va a ayudar a transmitirle que es lo que esperas de él.
La principal dificultad del control de esfínteres no es retener, sino eliminar a voluntad.
Si tu hijo disfruta reteniendo la caca, ¿Por qué va a dejar de hacerlo? Para gratificarte a vos. Entonces no hay que presionarlo, apurarlo, exigirle ni perseguirlo todo el día diciendo ¿Tenés ganas de hacer caca?. Es muy común que los chicos le lleven la caca a la madre como regalo porque, de hecho, para ellos es algo muy valioso.
Tu hijo tiene que recorrer su propio camino. Tiene que pedir o avisar que quiere ir al baño. No es bueno preguntarle permanentemente porque provocamos una situación de dependencia, donde él se desentiende de sus vivencias internas y deja el control en tus manos. Esto generalmente también se ve en otros aspectos o necesidades, porque muchas veces hay un adulto muy ansioso que hace, interviene, digita, da, antes de que el hijo demande. Como ejemplo puedo citar los chicos con retraso del habla porque la madre habla por ellos y percibe las necesidades antes de que el hijo pueda verbalizarlas.
Tenés que estar atenta, pero dale libertad y confianza para que pida solo. Podés preguntarle si quiere ir al baño, cuando lo veas en actitud y entonces lo que hacés es poner en palabras lo que le sucede.
Este es un proceso dinámico con avances y retrocesos. Si le quitaste los pañales porque tres o cuatro veces retuvo y pudo hacer en la pelela o en el inodoro y de pronto se empezó a mojar podés volver a ponerle el pañal. Esto es parte de lo esperable y lo más importante es que tu hijo sepa que lo acompañás en este proceso y lo vas a esperar todo lo que haga falta.
Siempre se puede volver atrás.
Los papás consultan atemorizados por qué su hijo se ha vuelto “regresivo”. No se puede hablar de regresión en un chico de 2 ó 3 años, porque no se puede hacer una regresión a un lugar del que nunca se ha salido.
El único mensaje debería ser: “Te acompaño y si ayer pudiste estar sin pañal y hoy lo necesitás, te lo pondré”. Los chicos tienen cosas mucho más interesantes que hacer a esta edad, antes que estar todo el día preocupados en el pis y la caca.
En cualquier orden de la vida, el reforzamiento positivo es beneficioso (“qué bien lo hiciste, estoy orgullosa de vos”). Bajo ningún concepto es aceptable que retes a tu hijo, que lo humilles, que lo ridiculices o lo compares con otros amigos o hermanos que ya han logrado el control de esfínteres. Recordá que no hay nada que él pueda hacer para controlar. No depende de que se acuerde o de que esté atento. Debe estar maduro para eso y humillarlo o pretender acelerar el proceso es muy perjudicial. Tu hijo debe estar de acuerdo, debe saber exactamente qué está ocurriendo y qué se espera de él (“como hace varias noches que no mojas el pañal, ¿te gustaría dormir con calzoncillo? Si no querés, probamos más adelante”).
Aunque tu hijo controle durante el día, pueden pasar aún muchos meses más hasta poder hacerlo por la noche. Luego de varias noches con el pañal seco, tu hijo está listo para dormir sin él. Es bueno que se lo digas y que si se despierta para hacer pis que te avise, así lo ayudás.
Habitualmente se controla primero el pis diurno y luego el nocturno. El control fecal es más variable y suele ser más dificultoso.
Recuerdo un caso muy especial de Delfina, de 3 años, quien hacía pis en el inodoro desde los dos años, pero no quería hacer caca y pedía el pañal. Los papás decidieron sacarle los pañales definitivamente y le colocaban un diario en el piso de la habitación para que hiciera caca allí. Luego de algún tiempo le dijeron que le iban a colocar los diarios en el baño y de esa manera la fueron acercando al baño, pero seguía negándose a sentarse en el inodoro, a pesar de hacer pis allí sentada. Un día pidió que le colocaran el diario (en la primera página estaban las fotos del casamiento de la princesa Máxima, que Delfina había estado viendo con su mamá) y cuando fueron a juntar el diario ¡Delfina había hecho en el inodoro! La mamá la felicitó y Delfina le dijo ¡Que te pensás, que voy a hacer caca arriba de la princesa!
Quedó absolutamente claro que Delfina no tenía ningún problema madurativo ni orgánico, simplemente le faltaba un buen motivo para hacerlo.